sábado, 28 de junio de 2014

Abejas, las mejores amigas del hombre

Desde nuestra campaña para salvar las abejas y a la agricultura, damos el siguiente paso. Seguimos exponiendo el fracaso del modelo de agricultura predominante y de sus impactos sobre las abejas.

Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias

Las abejas son consideradas como las "reinas de la biodiversidad", y sin embargo sus poblaciones siguen disminuyendo como consecuencia de un sistema agrícola industrial caduco, basado en el uso intensivo de productos químicos y en extensiones inmensas de monocultivo. Un sistema promovido por unas pocas empresas agroquímicas entre las que se encuentran Bayer, Syngenta y BASF.

Desde nuestra campaña para salvar las abejas y a la agricultura, damos el siguiente paso. Seguimos exponiendo el fracaso del modelo de agricultura predominante y de sus impactos sobre las abejas. Greenpeace ha publicado hoy un informe científico titulado: “La pesada carga de las abejas” un análisis sobre los residuos de plaguicidas en el polen de panal (pan de abeja) y en el polen capturado a abejas melíferas.

El estudio encontró que más de dos tercios de polen, recogidos en el campo y traídos de vuelta a la colmena por las abejas obreras, estaba contaminado con hasta un máximo de 17 sustancias tóxicas distintas. Se detectaron un total de 53 compuestos químicos diferentes a lo largo del estudio. Representaban una amplia gama de plaguicidas. Esta investigación ha sido una de las más grandes realizadas hasta la fecha en Europa, con más de 100 muestras tomadas en 12 países europeos en una sola temporada de pecoreo de las abejas.

La amplia gama de productos químicos tóxicos encontrados sugiere que las abejas pueden estar expuestos a mezclas complejas de insecticidas, acaricidas y fungicidas durante la búsqueda de alimento y en la colmena. El polen envenenado es una amenaza directa a toda la población de abejas, debido a que la colonia, incluyendo larvas, obreras y zánganos, se alimentan de este polen como fuente de proteínas y energía. La exposición de las abejas y larvas a la variedad de plaguicidas tóxicos es importante porque, de acuerdo con investigaciones recientes, la interacción de los diferentes componentes químicos puede dar lugar a un efecto cóctel que puede ser más tóxico para las abejas que una sola sustancia química.

Tiene que pararse el declive de las abejas
Aunque las abejas y otros polinizadores parecen ser un pequeño eslabón de nuestra cadena de producción de alimentos, juegan un papel crucial en nuestra seguridad alimentaria. Un tercio de los alimentos, y la mayoría de las plantas con flores en el planeta, son polinizadas por las abejas y otros insectos polinizadores. El valor de la polinización mundial se ha estimado en unos 265 mil millones de euros anuales.

Se necesita un cambio urgente para proteger a nuestras abejas y nuestra agricultura. Con tu ayuda, Greenpeace quiere que los responsables políticos amplíen las prohibiciones parciales existentes de cuatro de los peores plaguicidas que matan a las abejas y que sean prohibiciones totales y permanentes. Además se necesita urgentemente una prohibición de todos los plaguicidas que afectan las abejas. Necesitamos tener planes de acción ambiciosos para hacer seguimiento de la salud de las abejas y otros polinizadores, y de esta forma poder reducir su exposición general a sustancias químicas peligrosas.

La financiación debe ir encaminada a la agricultura ecológica en vez de la destructiva agricultura industrial, porque la ecológica es un modelo respetuoso que cuida de las abejas y del planeta en su conjunto.

La agricultura ecológica produce alimentos sin el uso de sustancias químicas dañinas para las abejas. Es un modelo de agricultura que se basa en técnicas no contaminantes y de protección a largo plazo. Aumento de biodiversidad, atracción de insectos beneficiosos, rotación de cultivos, agricultura mixta e implementación de tecnologías de “bajos insumos" disponibles a nivel local son todas las aplicaciones agrícolas ecológicas que ayudan a proteger nuestro suelo, agua y clima. Sólo la agricultura ecológica nos permite mantener a nuestras abejas y producir alimentos sanos, sin contaminar el medio ambiente con sustancias químicas.

Matthias Wüthrich, Responsable de la Campaña de Agricultura Ecológica de Greenpeace Suiza

 

 

Fuente

 

domingo, 11 de mayo de 2014

Water From Fresh Air

Photo credit: Architecture and vision. These towers could provide water in some of the driest regions of the planet (artist's impression, yet to be constructed onsite).

 

 

In the Namib desert where rain is rare but fog common, a beetle survives by condensing water on its back until drops roll down into the insect's mouth. Now this principle has been magnified onto a grand scale, providing a possible solution to the desperate lack of water that plagues the populations of many of the world's dry regions.

 

There is no lack of solutions being experimented with for water shortages. Wells, recycling techniques and methods for cleaning poisoned water have all attracted considerable efforts, particularly since the Bill and Melinda Gates foundation have made the issue a priority for their considerable resources.

 

However, many of these techniques have floundered; great on the page but unsuited to real world conditions. Those technologies that are cost effective represent only partial solutions, working well where a permanent water supply is available, but unsuited to regions where surface water vanishes in the dry season and groundwater is hard to reach. As deforestation and Global Warming expand the areas where water is scarce or erratic something else is needed.

 

While Warka Water to be treated with caution after so many false dawns, it has the advantage of being designed to match the conditions where most alternatives perform the worst.

 

The towers have a 9m tall bamboo or juncus frame holding up a plastic mesh net. As the temperature falls during the night water condenses onto the net and rolls down to a reservoir at the bottom of the tower. Where the beetle draws just a few life-giving drops from the Namib fog, the much larger surface area of the nets allows a 100l a night to collect under ideal conditions. Mesh is used, rather than a solid surface, so that air can circulate, bringing in ever more water.

 

As the designers Arturo Vittori and Andrea Vogler put it, “The lightweight structure is designed with parametric computing, but can be built with local skills and materials by the village inhabitants."

 

The beetle has proven an inspiration to many but Warka Water claim their carefully shaped design produces much more water for less cost than previous versions.

 

The Warka Water tower is named after a fig tree native to Ethiopia, and depends for its success on a large temperature difference over a night. Since desert regions are notorious for huge temperature variations, particularly during the dry season, Warka towers should flourish where they are needed most.

 

"It's not just illnesses that we're trying to address,” Vittori told the Smithsonian Magazine, although with 1400 children a day dying from waterborne diseases that would be reason enough.  “Many Ethiopian children from rural villages spend several hours every day to fetch water, time they could invest for more productive activities and education,” Vittori says. “If we can give people something that lets them be more independent, they can free themselves from this cycle."

 

Vittori hopes to install two Warka Towers in Ethiopia next year, and believes that, “Once locals have the necessary know-how, they will be able to teach other villages and communities to build the Warka.” Cost estimates for the remote constructions of systems are notoriously unreliable, but Vittori believes the towers can be built for $500 each, a quarter or systems that purify equivalent amounts of water. They are seeking sponsorship to bring the idea to fruition. While we suggest Warka Beer would be a great fit, anyone wanting to get behind the idea should make contact.

 

Read more at http://www.iflscience.com/technology/water-fresh-air

 

 

 

 

 

jueves, 13 de febrero de 2014

Clases de inglés a la carta en los cafés más bonitos de Madrid con EnglishCafe

Uno de los propósitos que siempre nos hacemos al llegar un nuevo año es aprender inglés, pero al final… nada. Con esta nueva idea resultará más fácil, agradable y productivo. Puedes encontrar EnglishCafe en Madrid, Sevilla, Valencia y próximamente Barcelona.

 

Horarios rígidos, exceso de alumnos por clase, mucha gramática y poca conversación, sensación de no avanzar y desmotivación, son algunas de las causas por las que la gente deja de estudiar inglés. Estas razones, fruto de su experiencia fue lo que llevó a Patricia Bendito a desarrollar un concepto pionero en España para aprender inglés.

Su fórmula: clases de dos horas, en multitud de horarios, a elegir en algunos de los cafés más bonitos de Madrid, profesor nativo con un programa didáctico, sólo 4 ó 5 alumnos, a un precio muy ajustado, (en los que se incluye una consumición) y pasando un buen rato. El concepto es tan sencillo como atractivo: clases de inglés impartidas por profesores nativos en Cafés con encanto de Madrid.

"Es hacer un afterwork, disfrutar de un brunch o simplemente tomar algo en uno de esos cafés en los que todo invita a relajarse mientras aprendemos o mejoramos nuestro inglés de una manera diferente, entre amigos, en un ambiente relajado, sin libros y sin buscar  excusas para no ir a clase; más bien esperando a que llegue el momento", asegura Patricia Bendito.

Englishcafe se centra en el objetivo básico que todo alumno persigue: hablar el idioma, con clases básicamente conversacionales, en las que también se imparte gramática y ejercicios prácticos. La principal diferencia con los grupos de intercambio de idiomas es que aquí hay un profesor nativo encargado de cada grupo, una metodología de clase y un grupo muy reducido.Esto permite ofrecer "una formación de calidad y adecuada a cada alumno", explica su fundadora. Todo ello, "en un ambiente más divertido y relajado que el que ofrece una academia convencional", explica Guillermo Sanz, otro de los socios de EnglishCafe. 

¿Dónde están los EnglishCafe?

En Madrid hay ya nueve, y la cifra va en aumento. Son: café mmm_Us (zona Latina/Tirso de Molina), Bagatella (Chueca), café Ciudad Invisible (Ópera), café Belén (Alonso Martínez), Pan Comido (Zurbano/Rubén Darío), café Ingredients FNAC Callao (Callao), café La Infinito (Antón Martín), El Alquibar (Conde Duque) y La Bicicleta (Malasaña).

Para apuntarse a las clases, los estudiantes tienen que registrarse en la web (www.englishcafe.es) y seleccionar el café y el horario donde quieren realizar las clases. Los grupos de inglés se forman para un máximo de 5 estudiantes y por niveles de inglés (principiante, medio o avanzado).

Las clases tienen un precio de 68€ al mes (8 horas de clase y una consumición por clase) o de 174€si se abona trimestralmente. La duración es de dos horas a la semana/cuatro semanas al mes y la consumición incluida en la clase es cerveza, refresco o agua.

EnglishCafe además de dar clases en grupos también las preparan individuales, sobre temas específicos, por materias o ciencias, especiales para preparar entrevistas de trabajo, especial para periodistas, etc. También organizan actividades mensuales para nuestros alumnos como Speed meetings o EnglishBrunch, para practicar inglés en otras situaciones y conocer alumnos y profesores de otros grupos. Actualmente, hay dos franquicias de EnglishCafe en Sevilla y en Valencia y en breve se abrirá la de Barcelona.

 

 

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